viernes, marzo 26, 2010

Los dos dioses del fútbol no se baten a duelo

El criterio de competencia de mercado quiere forzar la idea de que Lionel Messi es mejor que Diego Maradona o viceversa. Incluso apartándolo a Pelé, o subordinándolo, y más aún a Distéfano; o algún otro como Cruyff, Zidane, Puskas o Beckenbauer.
Arrogantes contemporáneos munidos de tecnología de punta, ignorantes de las diferencias históricas y de época, y carecientes de formas matemáticas de medir el arte, suponen estar capacitados para determinar la superioridad de una gambeta sobre otra atravesando tiempos, y situaciones ya inmedibles e incomparables. Pero interesados por forzar un duelo inexistente e imposible, entrenados en la discordia del mercado, hay intencionados instigadores de antinomias. Son quienes se están empeñando en que un extraordinario jugador de Fúltbol- Messi- y otro ex maravilloso jugador-Maradona- hipotéticamente se batan entre si en un combate de dones y de hazañas.¿Para qué enfrentar a dioses ya endiosados por sus adoradores de época, y para qué tirar de la túnica de uno hacia abajo para empujar por los pies al otro hacia arriba? Si ambos flotan hacia arriba sin necesidad de que los soplen ni los inflen. No hay ninguna necesidad – salvo por el precio circunstancial en la subasta - de anteponer a Picasso a Van Gogh, o a Miguel Angel a Da Vinci. O a Beethoven a Mozart, o a Nureyev a Nijinsky. No fue más Pericles que Euclides ni Shakespeare más, o menos, que Homero. También sería tonto comparar la belleza de la ciudad prohibida de Pekín con la del Machu Picchu, o la visión del paisaje desde el Himalaya con la visión desde el Aconcagüa o desde el Everest. ¿Qué es más bello un tulipán o una rosa, un tigre o un águila, el río Nilo o el Amazonas, el recuerdo más pequeño de la infancia o el recuerdo de un amor pasión inolvidables? Lionel Messi no juega como un dios para ser mejor que Maradona, ni Maradona fue tan dios que se encapricha en que no haya dios que lo supere. En el Olimpo no cunde la misma ansiedad de angurria y competencia terrestres. Coexisten y conviven allí, lejos de la presión hereje de los mercaderes, de los sponsors y de los usufructuadores, innúmeros dioses y diosas de todos los géneros del talento humano.¿Por qué Messi sería mejor que Maradona o Maradona que Messi? La calificadora de dioses no responde a los cánones de ninguna regla o computadora. Ni el presidente del Barcelona, ni una encuesta en Internet, ni contemporáneos para nada neutros ni infalibles, ni fanáticos ni maestros “siruelas” sirven para determinar lo imposible. Las artes, la improvisada estética y destreza no responden a las ciencias exactas. Messi y Maradona, y otros grandes, no compiten entre si. Se suman. EL diosario del fútbol no admite el banal mercadeo de los dioses.

Carta abierta leída por Orlando Barone el 23 de Marzo de 2010 en Radio del Plata.

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